Hace dos días se conmemoró el “Día Mundial para la Prevención del Suicidio”, el Suicidio es uno de los problemas más crecientes dentro del ámbito de la Salud Mental. Se sabe que cada año se suicidan aproximadamente un millón de personas, lo que hace un equivalente a un suicidio cada 40 segundos en el mundo, reporta la OMS. Es actualmente la segunda causa de muerte dentro de las personas entre 10 a 24 años de edad, una estadística bastante alarmante, considerando que niños y adolescentes de ambos sexos son las personas que más están optando por esta trágica decisión.

La Depresión y el Trastorno por consumo de alcohol, son dos de los factores de riesgo que más están ligados al Suicidio, por lo tanto, son dos de los temas que deberían ser ampliamente abordados cuando hablamos de Prevención del Suicidio.

¡Hablemos de la Depresión!

En nuestro país la Depresión es el causante del 80% de los suicidios y es también el Trastorno de Salud Mental más frecuente en nuestra población; no distingue sexo, ni raza, ni religión.

2 millones de personas sufren de Depresión en el Perú, de los cuales más del 75% conviven silenciosamente con esta enfermedad, sin recibir tratamiento médico y la mayoría ¡sin saber que la poseen!

La Depresión se caracteriza por la pérdida del deseo (Anhedonia), pedida del placer por disfrutar del trabajo, de las relaciones, de las cosas cotidianas, de la vida misma. La persona con depresión queda sujeta a emociones de angustia severas, tristeza, ira incontrolable, desanimo, apatía, incapacidad para la alegría. Y aparecen también pensamientos distorsionados, nos sentimos incapaces para afrontar la realidad y creemos que será imposible salir de cada situación agobiante, pudiendo aparecer pensamiento y deseos de muerte. ¡Incluso nuestro cuerpo físico sufre! Sufre de estrés, imposibilidad de conciliar el sueño, falta de apetito, etc.

Son muchos factores los causantes de la Depresión, incluyendo factores genéticos, ambientales, incapacidad de manejar las emociones, experiencias traumáticas de la infancia o vivir experiencias catastróficas que desencadenan inestabilidad emocional, como la pérdida de un familiar, la ruptura de una relación amorosa, el despido de un trabajo, etc.

Saber lidiar con las emociones que producen desagrado en nosotros es de suma importancia. Esa es la verdadera prevención: Educarnos emocionalmente, aprender a lidiar correctamente con cada situación difícil en la vida, dándole la justa importancia y medida a cada acontecimiento en nuestra vida.

Es necesario entonces ser consiente de nuestras emociones, no callarnos, hablar de ellas, recuperar la capacidad de abordar nuestras emociones, en lugar de huir de ellas, en lugar de negarlas, reconocer lo que nos pasa y porque nos pasa.

     MI CONSEJO ES:

• Todos necesitamos prevenir, todos debemos Educarnos emocionalmente.
• Y para los que sufren de Depresión o creen estar pasando por un momento de dificultad que se les hace imposible de manejar, busquen ayuda profesional, traten el problema.

Hablemos de ello. No callemos más.

DR. JONNATAN DAVID MAZA SANCHEZ

Especialista en Medicina Familiar