La técnica de regeneración ósea guiada, utilizada para facilitar la formación de hueso en los defectos de los maxilares, se ha empezado a emplear con éxito para la correcta colocación de implantes dentales cuando se precisa un adecuado volumen óseo. La técnica, basada en la bioingeniería, permite unos resultados mejores que el injerto óseo, utilizando otros elementos: un biomaterial y membranas, según indican desde Compromiso y Seguridad Dental (CSD).
El biomaterial es un compuesto granulado cuya única función es la de servir de andamio para las células óseas que formarán el hueso y recuperarán el volumen perdido. La membrana consiste en una lámina fina que cubrirá el biomaterial y que ayudará a mantener el coágulo, facilitando la llegada de las células formadoras de hueso.
Según el Dr. Xavier Rodríguez Ciurana, cirujano facial y Director Médico de la Clínica Dental Esthetic BCN y colaborador de Compromiso y Seguridad Dental, “mediante esta técnica se pueden recuperar la gran mayoría de los defectos óseos, aunque en el caso de los fumadores o si se padece inflamación de las encías la respuesta de los tejidos a esta técnica se ve mermada. Así, al fumar se reduce a la mitad la velocidad de cicatrización de la encía”.
Antes de su aplicación, el Dr. Rodríguez Ciurana recomienda “estudiar el defecto a tratar mediante una radiografía en tres dimensiones con el fin de prever cualquier inconveniente”. La técnica quirúrgica se puede realizar con anestesia local y su duración no supera la hora en los casos más habituales. Una de sus ventajas es que puede realizarse al mismo tiempo que la colocación de los implantes. En estos casos, tras su realización, es preciso liberar la zona de presión y seguir hábitos saludables. Se necesita esperar alrededor de unos cuatro o seis meses a que el defecto se rellene de hueso. Una vez regenerado el defecto el hueso habrá recuperado su función.